Actualmente, la ley 23737 de estupefacientes, está siendo cuestionada y hay propuestas para su
modificación. Es realmente necesario replantear algunos puntos de la misma.
Hay que considerar, que, bajo la doctrina de esa ley, es que se establecieron los circuitos estatales
que dan respuesta actualmente a la problemática relacionada con el consumo. Y, si bien lo hace de
manera ineficiente y con muchos cuestionamientos válidos, es la respuesta actual. No es posible
plantear que deje de hacerlo, sin instalar, en forma inmediata y simultánea, otros circuitos de
prevención, detección, atención, derivación y asistencia de las adicciones. Por ello, el debate no
sólo debe ser ideológico, sino que, simultáneamente debe ser funcional, operativo y ejecutivo. De
otra manera, no se generará un cambio real y sustancial, sino que será una cuestión nominacional,
pero peligroso, ya que se plantea el riesgo de que muchos usuarios de sustancias y sus familias,
queden fuera del circuito que, aunque con deficiencias, atendía sus demandas.
Entonces: Despenalizar optimizando los siguientes circuitos estatales:
- El circuito público de salud, para responder a los usuarios de drogas. Centros de atención suficientes y acordes a la diversidad de la demanda, tanto en función del tipo de adicción,como de la edad, zona de residencia, etc.
- El circuito público de educación para capacitación, promoción y prevención de la conducta adictiva. Formación básica para docentes en ejercicio y en formación. Planteo de prevención en la currícula obligatoria desde la primaria hasta la secundaria, atendiendo a los diversos niveles de complejidad con que puede abordarse la problemática.
- El circuito de desarrollo social para promover y potenciar el trabajo en red. Potenciando los factores protectores altamente investigados para el desarrollo de una población saludable.
- El circuito de seguridad para dar respuestas a los delitos relacionados con el narcotráfico.
inclusivo que garantice educación, salud y seguridad a sus ciudadanos. No es imposible lograrlo,
pero es un proceso, no depende de una modificación de algunos artículos solamente.
Plantear legalizar sustancias debería ser un punto de llegada, no de partida.